El saúco tiene una cantidad impresionante de nombres vulgares, entre los que se encuentran los de sabuco, sabugueiro, sayuco, plausta y sayú. En otros idiomas algunos de sus nombres hacen referencia a los tallos huecos de la planta, entre ellos el nombre ingles elder, que se cree deriva del anglosajón aeld, que significa atizar, porque los tallos huecos de esta planta son especialmente adecuados para prender fuegos.
Aunque toda la planta se ha usado medicinalmente, lo que hoy se utiliza principalmente son las flores.
Plantación y cultivo
Recolección
Las flores deben recolectarse cuidadosamente en tiempo seco cuando las plantas acaban de empezar la floración, entre mayo y junio, para secarlas después rápidamente.
Propiedades
Usos
El saúco presenta actividades analgésicas, antibacterianas, antiinflamatorias, hipotensoras y espasmolíticas. Los frutos maduros son ricos en minerales y vitaminas A, B, C y J (que alivia la inflamación pulmonar).
El té de saúco se ha utilizado como diurético, estimulante suave y emético (para inducir los vómitos), así como catártico. Tomado caliente y en cantidades abundantes, el té induce la transpiración, lo que sirve de ayuda para tratar resfriados con fiebre. Sus suaves propiedades diuréticas salen a la luz cuando se prepara menos concentrado y se toma tibio y a sorbitos, lo que además estimula las defensas corporales contra los resfriados y las gripes.
El saúco forma la base de numerosos remedios en forma de té, en los que se combina con manzanilla, flores de tilo y otros ingredientes. Tomados durante un cierto período de tiempo, regularmente, los tes de saúco alivian los dolores reumáticos y alargan las etapas entre ataques reumáticos.
Ha sido un remedio casero popular para el asma infantil, edema, bronquitis, sinusitis, erisipela, cistitis y las membranas mucosas urinarias inflamadas. También se ha usado como laxante suave y para inducir la menstruación.
Las infusiones de saúco pueden tomarse internamente o aplicarse externamente para tratar la gota y aliviar las congestiones de hígado, riñones y bazo.
Como compresa, se utilizan las flores para aliviar el dolor de forúnculos y úlceras, y las flores maceradas se cuecen en leche con azafrán y se aplican como una cataplasma o venda para aliviar el dolor de las extremidades reumáticas y de las articulaciones inflamadas.
Preparadas en zumo o puré, las bayas maduras se consumen para tratar las neuralgias, la ciática, el estreñimiento y la diarrea, así como emoliente para aliviar toses y congestiones catarrales, y para estimular las actividades digestiva y circulatoria. Sin embargo, las bayas inmaduras son levemente tóxicas y su jugo, en crudo, provoca náuseas, diarreas y vómitos. El jugo puede utilizarse externamente, preparado en manteca o crema, como ungüento efectivo para las quemaduras y las escaldaduras. Pueden prepararse también las hojas como ungüento para las quemaduras, escaldaduras, rozaduras, torceduras y heridas, y como infusión fría para lavar la piel irritada.
Las flores, de olor a miel, proporcionan una bebida refrescante para el verano, con un sabor característico y agradable. Las bayas o las flores se añaden a mermeladas, jaleas, platos lácteos, chutneys, buñuelos, vino y tes corrientes sin efectos curativos.
Las flores se utilizan en baños de vapor para la cara, o se mezclan con yogur o jugo de pepino para limpiar y ablandar pieles secas o grasientas. El agua de flores de saúco proporciona una loción suavemente astringente y se añade a las cremas faciales de aceite de almendras. La tisana de las flores es una loción para después del afeitado agradable y astringente.
Preparación
Curiosidades
En los países eslavos y bálticos, el saúco era la morada de Puschkayt, deidad de la tierra a quien se ofrendaban alimentos colocándolos en la base del arbusto al atardecer.
En la Europa meridional, la planta era la morada de una madre anciana llamada Holda, que era diosa de la muerte y de la fertilidad. Las mujeres bailaban en su honor durante la fiesta de la Candelaria, en febrero, llevando brotes de saúco, golpeando con ellos a cualquier hombre que se acercara al lugar del baile. Destruir un saúco provocaba la agonía de su diosa y para prevenir que ésta se vengara de las heridas de su planta, siempre se le pedía permiso antes de arrancar alguna rama.
Cogida la víspera de San Juan, la planta servía de profiláctico contra las tormentas, los ladrones, los malos espíritus y la magia.
Los buñuelos de flores de saúco, una delicia del día de San Juan, agradaban a la anciana madre y evitaba las discordias de las parejas casadas.
Untando los ojos con la corteza interna o quemar la médula flotando en un vaso de agua en Nochebuena permitía descubrir a las brujas y a los magos que hubiera en las cercanías.
En Alemania se solían hacer ataúdes de saúco, y en la tumba se colocaban cruces de madera de saúco o guirnaldas de la planta.
En el norte de Inglaterra y en el Tirol, las matas de saúco se recortaban en forma de cruz y se plantaban en las tumbas recientes. Se ha dicho muchas veces que la cruz de Cristo estaba hecha de madera de saúco, y también que fue el arbolillo del que se colgó Judas.
La madera del saúco maduro es muy valorada por los artesanos, y su nombre latino puede provenir del griego sambuke, un arpa realizada con estructura de madera.
El saúco no se utilizaba para hacer cunas, por si el espíritu del árbol perjudicaba al niño.