ORTIGA - Urtica dioica y Urtica urens




Características




Plantación y cultivo




Recolección

Las hojas y los cogollos se recogen a finales de primavera y a principios de verano.
Las raíces alcanzan su mejor momento en junio o julio.
Las plantas deben recolectarse con tijeras y guantes, pero al cocerlas en agua dejan de ser urticantes.


Propiedades

La ortiga es rica en vitaminas A y C, carotenos, actilcolina, histamina, magnesio, fósforo, potasio, calcio y otros minerales.
Su gran contenido en vitaminas, minerales y hormonas vegetales incrementa el metabolismo corporal.
Presenta también propiedades astringentes, tónicas y fuertemente diuréticas, utilizadas en la actualidad para el tratamiento de tastornos urinarios ocasionados por las próstatas de tamaño excesivo y por la escasa actividad renal y cardíaca.

La ortiga estimula el gastrintestino, el páncreas y la vesícula. Sus múltiples componentes activos la hacen beneficiosa para un amplio espectro de enfermedades.



Usos

Los tes de ortiga han sido remedios caseros para la artritis, la gota, la falta de capacidad pulmonar y congestión conflemas, la bronquitis, el eczema nervioso y las hemorroides.

La raíz pulverizada, cocinada con azúcar en jarabe de violetas, es un remedio excelente para la tosferina y para las gargantas inflamadas.
Las decocciones de la planta contribuyen a disminuir los niveles de azúcar en sangre y la tensión arterial, incrementando también el número de glóbulos rojos de la sangre. Rica en cobre, hierro y ácido silícico, que va bien a la sangre, la ortiga se emplea para tratar las anemias secundarias, clorosis, diabetes, hemorragias uterinas, urticarias y para disminuir las hemorragias, menstruales o de otro tipo.

Las hojas aplastadas se aplican como cataplasma para aliviar las quemaduras, costras, heridas, endurecer el bazo y para las neuralgias. Las hojas pueden utilizarse como gárgaras para aliviar el dolor de muelas y como baño de pies para el reumatismo, o también, quemadas e inhaladas, para tratar el asma. El reumatismo, la parálisis, la pleuresía, el sarampión y la escarlatina se han tratado a base de azotes con ortigas ferscas.

El jugo, aplicado con una brocha dura o mediante masaje sobre el cuero cabelludo, elimina la caspa y vigoriza el pelo. Aplicadas en máscaras o almohadillas faciales, las infusiones van bien para conseguir un cútis claro.



Preparación




Curiosidades

Los indios creen que la ortiga es un símbolo de Vasuki, una serpiente gigante que dejó caer su veneno sobre la planta, proporcionándole así su capacidad de provocar un agudo dolor. Con todo, la ortiga es una medicina muy conocida en India, y sus decocciones se administran para los trastornos renales, las fiebres y los enfriamientos, y para detener las hemorragias y las menstruaciones excesivas.

En Perú, la ortiga se utilizaba como látigo para azotar a las adúlteras y en la antigua Irlanda los chicos agitaban ortigas una vez al año golpeando a todo el que se pusiera a su alcance.

En Hungría, a las vacas se las golpeaba con ortigas la víspera de Pentecostés, como profilaxis contra las brujas perniciosas.

En la Europa preindustrial se tomaba una cerveza elaborada con ortigas para combatir el reumatismo. La planta se cultivaba como hortícola, utilizándose como tinte verde, y daba fibras para tejidos, hojas y redes de pescar.

Los pelos urticantes de la ortiga tienen unas puntas globulares, silicificadas (frágiles y con la consistencia del cuarzo) que se rompen al tocarlas. La punta aguzada que queda inyecta histamina, que provoca reacciones alérgicas, y acetilcolina, un neurotransmisor que normalmente se encuentra en los nervios y que acentúa la sensación de dolor.



Usos mágicos tradicionales



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