GENCIANA - Gentiana Lutea




Características

La genciana prefiere suelos ricos en calcio y se encuentra en los prados y pastos de la Europa alpina y de Asia.
Crece hasta un metro de altura pero a mayor altitud crece bastante menos. Las flores aparecen sólo después de varios años de crecimiento.

En tiempos fue una mala hierba para los granjeros de los Alpes y los Pirineos, pero hoy es una especie generalmente protegida.

Introducida por los españoles, la genciana es ahora común en los Andes, en donde se la usa para tratar la diabetes, los trastornos nerviosos y los sarpullidos.

Conocida como Enzianschnaps, es un remedio popular de siempre contra la fatiga, el hambre, los dolores y contra el frío causado por la exposición prolongada a los elementos.



Plantación y cultivo




Recolección




Propiedades




Usos

La raíz de genciana es efectiva para el tratamiento de las digestiones débiles y lentas, la flatulencia y los calambres de estómago causados por la secreción deficiente de jugos gástricos. Estimula el apetito y tonifica el sistema digestivo.
Usada de forma externa, en decocción de raíz, se aplica en cataplasma para los abscesos y los forúnculos.

Como hierba amarga, ya que contiene poco tanino y aceite aromático, la raíz secada lentamente, fermentada y destilada ha sido desde hace tiempo un importante ingrediente de los aperitivos amargos y de los brandys de la Europa alpina.

Puede utilizarse medicinalmente como el ingrediente de los cócteles llamado angostura amarga, puesto que es esencialmente un tintura de genciana.

Se dice que estimula los músculos y los nervios; la tintura de genciana es un tónico preferido por los viajeros, los individuos con problemas nerviosos y los ancianos.

Los amargos de la genciana incrementan el número de glóbulos blancos de la sangre y se utilizan para tratar anemias secundarias.

No se aconseja la genciana a las mujeres embarazadas o a personas que son muy nerviosas, tienen la tensión alta o estómagos ulcerosos o irritados.



Preparación




Curiosidades

La genciana toma su nombre del rey y herborista Gentius de Iliria, quien, en el siglo II a.C., la recomendó como protección contra la peste.
Por medio de los escritos de Dioscórides y Galeno, la planta fue introducida después por los herboristas en la Europa medieval.
En el siglo XI, una pestilencia azotó a los súbditos del rey húngaro Ladislao. Después de rogar pidiendo la ayuda divina, disparó una flecha al aire a la que luego se encontró atravesando una raíz de genciana. Se probó este remedio y, según la leyenda, sirvió para detener la pestilencia.
Aunque pueda parecer un tanto caprichoso, debe indicarse que la genciopicrina, un glucósido obtenido de la planta, se utiliza hoy día para tratar la malaria.



Usos mágicos tradicionales


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