ABEDUL - Betula Pendula y Betula Pubescens




Características

Los abedules forman una parte importante de los bosques septentrionales tanto del Viejo como del Nuevo Mundo.
Con la recesión de los glaciares pleistocénicos, el abedul, juntamente con el fresno, fue el primer árbol que repobló el continente eurasiático, y todas las lenguas indoeuropeas tienen una palabra con un origen común para este árbol.
Tanto la especie europea más importante, el abedul blanco, Betula pendula, como el abedul, Betula pubescens, se usan medicinalmente.
El abedul blanco es mayor, de corteza blanco plateada y brotes jóvenes cubiertos de glándulas verrugosas de resina, y se da en zonas más secas.
Tiene los brotes jóvenes cubiertos de una vellosidad más densa y peluda y prefiere los bosques húmedos, los páramos y los marjales.



Plantación y cultivo




Recolección

La savia se recoge en primavera mientras que las hojas y la corteza se pueden recolectar en primavera y en otoño, para secarlas después a la temperatura de una habitación.



Propiedades




Usos

El té de hoja de abedul tiene propiedades diaforéticas, vermífugas y astringentes, y es un excelente diurético que incrementa la producción de orina sin estimular en exceso los riñones. De aquí que sea efectivo para arrojar piedras del tracto urinario y tratar las afecciones inflamatorias y bacterianas que tienen como síntomas los espasmos o los calambres.
Las hojas de abedul son un ingrediente esencial en las mezclas de tes para las afecciones de riñón, las inflamaciones de vejiga, el catarro cistítico, las enfermedades metabólicas, la hidropesia y en los tónicos para la gota y el reumatismo.

El té de abedul (o de savia de abedul) puede utilizarse también como lavado del cuero cabelludo con el fin de evitar la caspa y la caída del pelo.
La savia azucarada, rica en vitamina C, se elabora para hacer una cerveza tónica. También se utiliza contra el escorbuto y las erupciones de la piel.

El aceite aromático de abedul que contiene el metil salicilato, un principio semejante al de la aspirina, es efectivo contra el reumatismo, se usa para hacer aceite de gaulteria y jabones para llagas y forúnculos.


Preparación

El líquido que se obtiene al cocer la corteza se utiliza como analgésico para empapar las llagas y las heridas rebeldes, o como cataplasma caliente, y las hojas, la corteza y los amentos pueden aplicarse a las heridas abiertas, a las quemaduras y a las irritaciones de la piel.
El té se prepara vertiendo una taza de agua hirviendo sobre dos cucharaditas de hojas y colando a los 10 minutos. Las hojas pueden estar en remojo hasta que el agua se enfríe o más (hasta dos horas) pero no se las debe hervir ni cocer a fuego lento. El té se toma tres veces al día, preferiblemente sin endulzar.



Curiosidades

Los abedules se caracterizan por una corteza externa fibrosa que se puede pelar fácilmente en tiras como de papel. En Siberia se pela a veces la corteza de las ramas de abedul para poder utilizarla como papel higiénico.

Los fascios, el emblema de la magistratura romana, se hacían de abedul.
Más adelante, la vara de abedul se convirtió en el símbolo de la autoridad del maestro y vara con la que controlar a los chicos recalcitrantes.

El abedul está consagrado a Tor, el dios germánico del trueno, y encarna el retorno de la primavera y de sus fuerzas fecundantes.
En la alemania medieval, los consejos de distrito se reunían en bosquetes de abedul.
Se bebía un vino tónico, hecho de la savia de primavera, para la debilidad, la impotencia y la consunción.
Cuando se sacaba a pastar al ganado por primera vez en primavera se le golpeaba ritualmente con unas varillas consagradas de abedul para asegurar su salud y su fertilidad.

El abedul era venerado por los ugrofineses y otros pueblos del norte de Eurasia. En el Kalevala, epopeya finlandesa, Väinämöinen tala un bosque dejando nada más que un abedul, y en la ceremonia matrimonial finlandesa la pareja enciende ritualmente una hoguera de madera de abedul. Las ramas de abedul se utilizan en las saunas finlandesas, y para azotar el cuerpo en los baños rusos y finlandeses con el fin de estimular la transpiración.

En las canciones estonias y lituanas que veneran el abedul se exhortaba a la gente a utilizar el don del árbol pero dejando la copa que ascendía hacia el cielo.

Los árboles muy viejos y especiales eran la morada de un elfo del abedul y entre los yakutios de Siberia el abedul era la puerta a un espíritu de la tierra, benéfico y hermoso. El leñador sami o lapón tenía que informar al árbol de que estaba pensando abatirlo para que los espíritus tuvieran tiempo de trasladarse, y determinados abedules se consideraban tan sagrados que no podían cortarse.
En la medicina sami tradicional, corteza y hojas se usan para tratar heridas, quemaduras, rozaduras, en la moxibustión (curas mediante el quemado de hierbas) y como tónico primaveral.



Usos mágicos tradicionales




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